Publicidad es toda forma de comunicación realizada por una persona física o jurídica, pública o privada, en el ejercicio de una actividad comercial, industrial, artesanal o profesional, con el fin de promover de forma directa o indirecta la contratación de bienes muebles o inmuebles, servicios, derechos y obligaciones.
Partiendo de esta definición, entendemos que la publicidad tiene una finalidad predominantemente comercial, es decir, intenta convencer a un cliente potencial de la necesidad de hacerse con un determinado bien de consumo. Según M. Genís (2007), la publicidad efectiva es aquella que tiene en cuenta las características, necesidades, valores y creencias del grupo destinatario y las incorpora al contenido del mensaje. Esto es, imagen, texto y diseño unen sus fuerzas para dotar de pleno significado al mensaje publicitario y para cumplir con la finalidad comercial que mencionábamos.
La publicidad audiovisual nos ofrece una forma amena de consolidar determinados aspectos léxicos, gramaticales, etc. de nuestra lengua. Las unidades léxicas y las estructuras gramaticales que aparezcan en los anuncios que utilicemos pueden marcar producciones posteriores de nuestros estudiantes. A través de la publicidad, que funcionaría como un estímulo motivador excepcional, les estaríamos ofreciendo un acceso a las mencionadas unidades y estructuras que facilitaría su posterior retención.
La publicidad puede servirnos para presentar hábitos, formas de vida y determinados comportamientos. Un anuncio que dure tan sólo unos segundos puede convertirse en la excusa perfecta para originar debate en el aula o simplemente para introducir determinados contenidos culturales.
Nuestros alumnos están acostumbrados a asimilar información a través de las imágenes. Por lo tanto, con el anuncio audiovisual, les estaremos ofreciendo un soporte que les es muy familiar.
Extraído de: LA PUBLICIDAD EN EL AULA DE E/LE: CREACIÓN DE TAREAS A PARTIR DE ANUNCIOS
FRANCISCO JAVIER LÓPEZ TAPIA Y ARÓN SIMÓN MARCOS
jueves, 16 de junio de 2016
El cine en el aula
Los que amamos el cine querríamos que los alumnos y alumnas llegasen al convencimiento de que pasarlo bien con una película no está en absoluto reñido con el análisis y la reflexión. Pocos soportes unen tanto placer y aprendizaje como el cine o la literatura.
Nosotros creemos que se disfruta mucho más una película cuanto más aprendemos de ella, cuando nos descubre realidades lejanas que no conocíamos o cuando nos da nuevas perspectivas sobre temas más cercanos que creíamos conocer. Como dijo el realizador americano James Brooks "el público busca en el cine una experiencia, las teorías vienen después".
El gran maestro Sergei Eisenstein había señalado el camino completo cuando escribió que "el cine opera de la imagen a la emoción y de la emoción a la idea". La televisión y el vídeo han cambiado la predisposición del espectador. Cuando vamos al cine pagando una entrada elegimos (a veces) qué queremos ver, mientras que ante la tele esperamos "a ver que ponen" (hoy este hábito puede estar transformándose en más activo con las plataformas digitales y canales de pago)Los que amamos el cine querríamos que los alumnos y alumnas llegasen al convencimiento de que pasarlo bien con una película no está en absoluto reñido con el análisis y la reflexión. Pocos soportes unen tanto placer y aprendizaje como el cine o la literatura. Nosotros creemos que se disfruta mucho más una película cuanto más aprendemos de ella, cuando nos descubre realidades lejanas que no conocíamos o cuando nos da nuevas perspectivas sobre temas más cercanos que creíamos conocer. Como dijo el realizador americano James Brooks "el público busca en el cine una experiencia, las teorías vienen después". El gran maestro Sergei Eisenstein había señalado el camino completo cuando escribió que "el cine opera de la imagen a la emoción y de la emoción a la idea". La televisión y el vídeo han cambiado la predisposición del espectador. Cuando vamos al cine pagando una entrada elegimos (a veces) qué queremos ver, mientras que ante la tele esperamos "a ver que ponen" (hoy este hábito puede estar transformándose en más activo con las plataformas digitales y canales de pago). La experiencia fílmica no es transferible. Hay películas que provocan emociones generalizadas pero nunca atrapan a todos. Una de las cosas que debemos evitar es intentar que nuestra vivencia personal ante un film sea revivida por nuestros alumnos. Nos ahorraremos decepciones si no tratamos de que aquella película que tanto nos gusta o que tanto nos impresionó a su edad provoque el mismo efecto en ellos. La deliciosa película de Giuseppe Tornatore Cinema Paradiso (1988) provoca en los que hemos vivido la experiencia del cine en el ámbito rural y en la época pre-televisiva unos sentimientos que nunca pueden ser revividos por adolescentes actuales. El contexto (época, ambiente social, censura) es distinto si se ha vivido o no (aunque pueda ser investigado, no provocará la misma experiencia). Los alumnos, por supuesto, pueden llegar a disfrutar la película pero precisarán de una carga de información suplementaria muy superior a la de cualquier persona de más edad. Y es que, el proceso de comunicación sólo acaba cuando cada uno de nosotros sumamos nuestra visión personal del mundo reconstruyendo a nuestro modo el puzzle que nos ofrece el director. Sin reflexión se pierde el placer del cine. Cuando criticamos (o ignoramos) las películas que ven nuestros alumnos no siempre consideramos que, en esa escuela paralela que es el cine, todos buscamos cosas distintas. Ellos buscan una educación sentimental, unas aventuras y una acción que no les da el entorno. Desean, como los adultos, evasión y placer, pero su idea de placer y evasión es distinta de la nuestra, y si lo que les mostramos como norma está alejado de sus intereses cotidianos difícilmente funcionará bien. Si queremos usar el cine como arma didáctica no debemos perder de vista esa diferencia de sensibilidad entre ellos y nosotros. Por último, aunque es evidente que sin aparatos de vídeo, DVD,... no podríamos ver películas en el aula, debemos seguir sosteniendo que esto no es ver cine. Nos permite cosas que el cine en sala no puede darnos, como elegir la película que queremos ver o la posibilidad de recuperar películas antiguas pero el fin último de la educación fílmica debe ser la misma que la de la literaria. Cómo el profesor de Literatura desea impulsar a sus alumnos hacia el hábito de la lectura, nuestro anhelo debe ser que cada vez más jóvenes recuperen el hábito de ir a la Sala de Cine, pero buscando obras que sirvan a su formación y a su participación, y no sólo consumir ilusiones.. La experiencia fílmica no es transferible.
El gran maestro Sergei Eisenstein había señalado el camino completo cuando escribió que "el cine opera de la imagen a la emoción y de la emoción a la idea". La televisión y el vídeo han cambiado la predisposición del espectador. Cuando vamos al cine pagando una entrada elegimos (a veces) qué queremos ver, mientras que ante la tele esperamos "a ver que ponen" (hoy este hábito puede estar transformándose en más activo con las plataformas digitales y canales de pago)Los que amamos el cine querríamos que los alumnos y alumnas llegasen al convencimiento de que pasarlo bien con una película no está en absoluto reñido con el análisis y la reflexión. Pocos soportes unen tanto placer y aprendizaje como el cine o la literatura. Nosotros creemos que se disfruta mucho más una película cuanto más aprendemos de ella, cuando nos descubre realidades lejanas que no conocíamos o cuando nos da nuevas perspectivas sobre temas más cercanos que creíamos conocer. Como dijo el realizador americano James Brooks "el público busca en el cine una experiencia, las teorías vienen después". El gran maestro Sergei Eisenstein había señalado el camino completo cuando escribió que "el cine opera de la imagen a la emoción y de la emoción a la idea". La televisión y el vídeo han cambiado la predisposición del espectador. Cuando vamos al cine pagando una entrada elegimos (a veces) qué queremos ver, mientras que ante la tele esperamos "a ver que ponen" (hoy este hábito puede estar transformándose en más activo con las plataformas digitales y canales de pago). La experiencia fílmica no es transferible. Hay películas que provocan emociones generalizadas pero nunca atrapan a todos. Una de las cosas que debemos evitar es intentar que nuestra vivencia personal ante un film sea revivida por nuestros alumnos. Nos ahorraremos decepciones si no tratamos de que aquella película que tanto nos gusta o que tanto nos impresionó a su edad provoque el mismo efecto en ellos. La deliciosa película de Giuseppe Tornatore Cinema Paradiso (1988) provoca en los que hemos vivido la experiencia del cine en el ámbito rural y en la época pre-televisiva unos sentimientos que nunca pueden ser revividos por adolescentes actuales. El contexto (época, ambiente social, censura) es distinto si se ha vivido o no (aunque pueda ser investigado, no provocará la misma experiencia). Los alumnos, por supuesto, pueden llegar a disfrutar la película pero precisarán de una carga de información suplementaria muy superior a la de cualquier persona de más edad. Y es que, el proceso de comunicación sólo acaba cuando cada uno de nosotros sumamos nuestra visión personal del mundo reconstruyendo a nuestro modo el puzzle que nos ofrece el director. Sin reflexión se pierde el placer del cine. Cuando criticamos (o ignoramos) las películas que ven nuestros alumnos no siempre consideramos que, en esa escuela paralela que es el cine, todos buscamos cosas distintas. Ellos buscan una educación sentimental, unas aventuras y una acción que no les da el entorno. Desean, como los adultos, evasión y placer, pero su idea de placer y evasión es distinta de la nuestra, y si lo que les mostramos como norma está alejado de sus intereses cotidianos difícilmente funcionará bien. Si queremos usar el cine como arma didáctica no debemos perder de vista esa diferencia de sensibilidad entre ellos y nosotros. Por último, aunque es evidente que sin aparatos de vídeo, DVD,... no podríamos ver películas en el aula, debemos seguir sosteniendo que esto no es ver cine. Nos permite cosas que el cine en sala no puede darnos, como elegir la película que queremos ver o la posibilidad de recuperar películas antiguas pero el fin último de la educación fílmica debe ser la misma que la de la literaria. Cómo el profesor de Literatura desea impulsar a sus alumnos hacia el hábito de la lectura, nuestro anhelo debe ser que cada vez más jóvenes recuperen el hábito de ir a la Sala de Cine, pero buscando obras que sirvan a su formación y a su participación, y no sólo consumir ilusiones.. La experiencia fílmica no es transferible.
Hay películas que provocan emociones generalizadas pero nunca atrapan a todos. Una de las cosas que debemos evitar es intentar que nuestra vivencia personal ante un film sea revivida por nuestros alumnos. Nos ahorraremos decepciones si no tratamos de que aquella película que tanto nos gusta o que tanto nos impresionó a su edad provoque el mismo efecto en ellos. La deliciosa película de Giuseppe Tornatore Cinema Paradiso (1988) provoca en los que hemos vivido la experiencia del cine en el ámbito rural y en la época pre-televisiva unos sentimientos que nunca pueden ser revividos por adolescentes actuales. El contexto (época, ambiente social, censura) es distinto si se ha vivido o no (aunque pueda ser investigado, no provocará la misma experiencia). Los alumnos, por supuesto, pueden llegar a disfrutar la película pero precisarán de una carga de información suplementaria muy superior a la de cualquier persona de más edad. Y es que, el proceso de comunicación sólo acaba cuando cada uno de nosotros sumamos nuestra visión personal del mundo reconstruyendo a nuestro modo el puzzle que nos ofrece el director. Sin reflexión se pierde el placer del cine.
Cuando criticamos (o ignoramos) las películas que ven nuestros alumnos no siempre consideramos que, en esa escuela paralela que es el cine, todos buscamos cosas distintas. Ellos buscan una educación sentimental, unas aventuras y una acción que no les da el entorno. Desean, como los adultos, evasión y placer, pero su idea de placer y evasión es distinta de la nuestra, y si lo que les mostramos como norma está alejado de sus intereses cotidianos difícilmente funcionará bien. Si queremos usar el cine como arma didáctica no debemos perder de vista esa diferencia de sensibilidad entre ellos y nosotros. Por último, aunque es evidente que sin aparatos de vídeo, DVD,... no podríamos ver películas en el aula, debemos seguir sosteniendo que esto no es ver cine. Nos permite cosas que el cine en sala no puede darnos, como elegir la película que queremos ver o la posibilidad de recuperar películas antiguas pero el fin último de la educación fílmica debe ser la misma que la de la literaria. Cómo el profesor de Literatura desea impulsar a sus alumnos hacia el hábito de la lectura, nuestro anhelo debe ser que cada vez más jóvenes recuperen el hábito de ir a la Sala de Cine, pero buscando obras que sirvan a su formación y a su participación, y no sólo consumir ilusiones.
Extraído de: El cine, un recurso didáctico. Módulo 1, el cine en el aula.
miércoles, 15 de junio de 2016
El vídeo como recurso en el aula
Para lograr un verdadero cambio en la educación es necesario que el uso de medios vaya aparejado a procesos de reflexión y de reconceptualización de la práctica educativa. Y no porque el quehacer del maestro se adapte a los medios, sino porque la introducción de nuevas herramientas o metodologías debe realizarse en congruencia con todos los elementos que intervienen en la práctica docente.
Como medio audiovisual, el video presenta sus mensajes mediante la articulación de imágenes fijas o en movimiento, y sonidos. La gran variedad de material visual que aprovecha el video (fotografía, ilustraciones, animaciones por computadora, dibujos animados, gráficos, esquemas) es complementada por el elemento sonoro: voces, palabras, música, efectos, ambientaciones y silencios.
Por lo tanto, los videos incluidos en los distintos proyectos para ejemplificar, explicar, indagar e informar ayudan a construir un mejor conocimiento en los alumnos. Cuando ejemplificas el proyecto en una situación cotidiana, los alumnos logran entender mejor.
El atractivo de las imágenes de un video puede resultar muy eficaz para despertar el interés sobre un contenido. Su finalidad es llamar la atención de los alumnos sobre el tema que se abordará, provocar una respuesta inmediata, estimular la participación o promover actitudes de investigación. Para que surta el efecto esperado se debe seleccionar un fragmento breve del video, entre cinco y 10 minutos, que sea interesante y llamativo. No es necesario que aborde el tema de lleno, se puede referir a una situación cotidiana, a un problema político o social que sirva como punto de partida para plantear retos, interrogantes, cuestionamientos y se reconozca la importancia de estudiar el tema, así como de aprovechar lo que ya se sabe al respecto.
lunes, 2 de mayo de 2016
La televisión en el aula
La televisión está incluida en el conjunto de los medios audiovisuales. Estos se refieren a los medios que integran sonidos y imágenes en movimiento, empleados para la comunicación de masas (a una audiencia amplia) desde su fuente. Considerados desde sus funciones sociales, estos medios toman parte en procesos de comunicación social, en la medida que la información que trasmiten busca causar efectos en la audiencia y, por ello, requieren continuamente una medición de ese efecto. Esta característica de los medios audiovisuales convoca a distintos grupos sociales (empresas, organizaciones, entidades estatales, etc.) para que propongan contenidos o directrices editoriales sobre los contenidos emitidos.
La televisión educativa supone la utilización de un sistema de transmisión y recepción de imágenes y sonidos sincrónicos a distancia así como su reproducción y visualización para la acción formativa, poniendo a disposición instrumentos de análisis, estrategias de pensamiento y fuentes de información diversas que le permiten establecer escalas de valores y significados. Es el contexto en el que se inscribe lo que le da sentido y significación educativa, no el medio.
Fuente: La televisión educativa y su aplicación en el aula.
El uso de la radio en la escuela secundaria
La radio ofrece múltiples posibilidades para realizar experiencias ligadas a los contenidos curriculares que se abordan en las distintas áreas del aprendizaje. En este sentido, el Proyecto propone la conformación de grupos operativos que pongan en práctica actividades que incluyan la investigación, la selección de material y la aplicación de competencias lingüísticas.
La orientación en Comunicación y Nuevas Tecnologías propone tomar al medio radial como un camino de estímulo y motivación para la realización de producciones ligadas al quehacer de la escuela. Desde la imaginación y la inventiva la radio permite crear instancias donde estén presentes todas las áreas del conocimiento. Puede, de hecho, convertirse en un espacio válido de construcción y de intercambio de saberes adquiridos en el ámbito escolar.
Cuando hablamos de la radio como medio de comunicación nos referimos a “medio” como recurso y “comunicación” como actividad esencial de intercambio, desarrollo y crecimiento de los miembros de una sociedad. Desde esta óptica, la radio escolar que proponemos se presenta como una herramienta para desplegar y profundizar los contenidos curriculares desde las más variadas perspectivas, fortaleciendo el proceso de aprendizaje y, a la vez, promoviendo la apertura de la escuela a la comunidad educativa. Un aspecto que se resalta en la propuesta de la radio escolar es la posibilidad de conformar espacios concretos en donde las escuelas se constituyen como ámbitos colectivos y solidarios de acceso a la información y de construcción de una realidad ligada a los intereses y necesidades propios de cada comunidad. Proponemos una dinámica que fortalezca el espacio de lo público como lugar de contención y promoción de inquietudes, intereses y aptitudes que tiendan a profundizar los lazos de los estudiantes con la escuela y la apertura de la institución a su comunidad.
Fuente: Cuadernillos de capacitación N °1. Programa Nacional de Extensión Educativa. "Abrir la escuela"
lunes, 4 de abril de 2016
El uso de la historieta en el aula.
Las historietas o cómic consisten en la narración de una historia a través de una sucesión de ilustraciones que se complementan con un texto escrito. CARACTERÍSTICAS DE UNA HISTORIETA
Es de carácter narrativo, considerando que: tiene la presencia de un narrador como emisor o relator de la historia; y evidencia el tiempo y la secuencia, enmarcada en viñetas. Está representada en un lenguaje visual y verbal, teniendo en cuenta que usa imágenes y que puede o no aparecer en ella un mensaje verbal.Cumple con la finalidad de entretener, considerando que es de tipo ilustrativa y que debe ser de una sana diversión para quiénes la lee.
¿CÓMO SE PRODUCE UNA HISTORIETA?
· Elige el argumento o tema del cual vas a hablar
· Haz un listado de los personajes que van a participar.
· Describe el escenario.
· Divide el argumento en partes (cada una de ellas estará representada en una viñeta).
· Elige los elementos que vas a usar en cada viñeta (cartelas, onomatopeyas, globos, etc.)
· Elabora tu guión.
EJECUCIÓN.--Es hora de escribir
-Dibuja los personas, el escenario en las viñetas
-Escribe el texto.
CORRECCIÓN
· Revisa la ortografía
En el aula esto es muy importante en el desarrollo de algunas de las competencias del alumno, ya que al trabajar desarrollará la capacidad de comunicación, aportando, compartiendo y evaluando información en diversos contextos.
martes, 8 de marzo de 2016
El uso del periódico en el aula.
Primero que nada me gustaría definir qué es el periódico. El periódico es un medio de comunicación masivo que circula en ciudades y pueblos de forma impresa, en el cual se dan a conocer noticias propias de la ciudad o nacional. Este es emitido de forma periódica, es decir, todos los días encontramos una nueva publicación.
Conforme los años han pasado han ido surgiendo imprentas que se han encargado de crear sus propios periódicos, con sus temas que interesen a la población.
Y ¿cómo ayuda en la escuela el uso del periódico?
El periódico dentro del aula tiene como funcionalidad integrar a los alumnos y trabajar en colaboración y cooperación, expresando en el su creatividad. Como se mencionaba anteriormente, el periódico es una combinación de varios artículos. Por lo tanto, al realizar nuestro periódico escolar, cada alumno deberá investigar información relevante y de interés. Todo esto con su devida precaución de la buena ortografía y coherencia.
El diseño de dicho periódico va a depender de los alumnos, por lo tanto es donde estará en juego el trabajo colaborativo. Es importante que los alumnos planifiquen y seleccionen la información.
El proceso de creación puede ser de forma manual o pueden recurrir a los recursos de las web 2.0. Por ejemplo, tenemos a Paper.Li, es una plataforma para crear un diario digital personalizado con marcadores online. Cuanta con todas las herramientas que necesitamos para diseñar y publicar un diario personalizado.
Los alumnos de secundaria pueden tener acceso a esta aplicación online para crear un periódico electrónico. Es fácil de utilizar y esta alcance de todos.
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